miércoles, 11 de febrero de 2009

Segunda Bitàcora Mf!

1. Miércoles 28 de enero de 2009 Desde antes de que la clase comenzara esta clase las cosas eran diferente a las anteriores, llegué corriendo al salón porque fui a comer a casa de una amiga y como nos confiamos en que vivía muy cerca de la Ibero salimos un poco tarde, además de que se nos fue el tiempo platicando de que yo tenía la clase del striptease y de cómo mis amigos no podían creer que una maestra pidiera eso. Nos fuimos prácticamente volando a la escuela y ya sólo pude bajarme del coche para salir corriendo a la clase mientras me ponía los pants encima de los jeans, y si me daba tiempo pasar al baño para cambiarme bien, lo bueno era que Claudia nos había dicho que teníamos 15 minutos de tolerancia, suficiente para hacer todo lo anterior. Llegue al salón incluso con tres minutos de sobra y antes que otros compañeros, y aunque yo estaba emocionada por mi capacidad de llegar a tiempo a pesar de las circunstancias, Claudia no estaba tan contenta, tenía migraña y nosotros teníamos que hacer lo posible por no molestarla, no sé si por eso o porque realmente esa era la actividad que nos tocaba en el programa, pero fuimos al jardín de la explanada a hacer unos ejercicios que cualquiera externo a la clase tomaría como una locura. Por medio de hilos imaginarios jalábamos a nuestro compañero, primero de la muñeca, luego del pie y finalmente del ombligo, era muy divertido ser la persona que dirigía, pero cuando tú eras el que estaba amarrado y a disposición del otro definitivamente no era tan chistoso, sin embargo seguía teniendo su encanto. La última actividad fue la de taparnos la cabeza con una bufanda o algo similar para impedir que viéramos, buscando tener una percepción del entorno totalmente diferente a la que estamos acostumbrados, confiando sobre todo en la persona que nos dirigía, en mi caso Irwin, esta actividad me sirvió mucho para poder conocerlo un poco más y él a mí y así poder llevarnos un poco más. Después yo tuve que dirigir a Irwin. 2. Viernes 30 de Enero de 2009 ¡Qué clase! Bueno, ¿qué puedo decir realmente yo de esa clase? La verdad es que no puedo decir nada, fue en viernes antes del puente y a mí me habían invitado por primera vez a pasar el puente con la familia de alguien más y la invitación era a la una de la tarde para ganarle al tráfico de las primarias, secundarias y prepas que salen a las dos de la tarde corriendo para aprovechar el puente. Y aunque me dolió muchísimo perderme la clase, no solo porque realmente la disfruto, sino porque esa clase iban a ir todos a Big Yellow a pasar un rato y disfrutar el ambiente gratis, porque Jesús no puso su celular en silencio aún a pesar de las advertencias de Claudia sobre lo que sucedería si llega a sonar un teléfono durante su clase. Los que sí estuvieron me contaron que terminaron yendo a Papa Bill´s porque Big Yellow estaba muy lleno y porque a Claudia la habían vetado de ese lugar porque un día se puso muy mal por asuntos de copas. La verdad es que eso hubiera sido muy chistoso, pero nada de eso es cierto, sólo que el Big estaba lleno, pero lo que sí es cierto es que Claudia confirmó nuestras sospechas y temores acerca del striptease, sería dentro de dos clases y no había vuelta atrás. 3. Miércoles 4 de Febrero de 2009 Veníamos listos para el sorteo para saber si nos tocaba hacer el striptease el viernes o el miércoles, la verdad es que ninguno de los dos era bueno, pero definitivamente el miércoles sería mejor que el viernes, sobre todo porque no importa lo que pase ese día ya sabes que no fuiste el primero, no por nada dicen que el primer paso es el más difícil. Pero la verdad es que ese día no sería el sorteo, y tampoco caminaríamos por todo el salón, sino que ahora aprenderíamos a controlar nuestra respiración y a estar más consciente de nuestro hablar. Empezamos con un ejercicio de concentración y coordinación, teníamos que aprendernos sonidos, porque no creo que sean palabras, que tenían un significado, es decir dentro del juego cada palabra era una orden para el siguiente jugador, o el anterior, en lo personal me encantan este tipo de juegos, sobre todo porque me considero una persona muy capaz, al grado de que llegué a la final, pero hasta ahí, los campeones fueron Irwin y Betty, quien al final de la clase confesó que no estaba segura de cómo fue que llegó a ganar. Después de este juego fue que hicimos los ejercicios de respiración, los cuales no disfruto en lo absoluto comparados con el anterior, ya los conocía y por ello es que ya sabía que no me gustaban, pero aún así lo hice, pensando en que si me esforzaba en hacerlos bien por lo menos me podía ir contenta por haberlo hecho en la forma correcta. Finalmente dijimos varias palabras sin crear oraciones para que los demás pudieran oír cómo hablamos, fijándose en la entonación, acento, volumen, articulación de las palabras, etc. Este ejercicio, contrario al otro sí me gusta, estoy acostumbrada a hablar en público y ello te obliga a hacerlo de una forma que se entienda, es por eso que cualquier ejercicio que me ayude a mejorar en esto es algo que disfruto mucho. Terminamos la clase aprendiéndonos trabalenguas, el que quisiéramos de una lista de 15, sin embargo la tarea sería aprendernos justo el que menos me quería aprender. 4. Viernes 6 de Febrero de 2009 Ya que nos aprendimos el trabalenguas teníamos que decirlo enfrente de toda la clase, y no sólo eso, sino que los mejores harían su striptease el viernes, yo sabía que mi amiga no se lo había aprendido, de ahí que me riera con el corazón cuando Claudia dijo la importancia de haber hecho la tarea. Pasé y lo dije lo suficientemente bien como para ganarme mi lugar en viernes. Además de repetir el ejercicio de los trabalenguas repetimos el juego de palabras y órdenes, estaba vez llegué más cerca de los primeros lugares, me quedé a tan solo un lugar, pero aún así siguió sin ser suficiente. Lo nuevo esta vez fue el radio, nosotros éramos las estaciones y Claudia el radioescucha, como una estación real teníamos que cantar una canción, todo el tiempo, no sólo cuando estuviera sintonizada nuestra estación en el radio, de tal forma que cuando pusieran nuestra estación la canción no estaba en el punto donde se quedo, sino donde estaría si nunca le hubieran cambiado. Aunque a muchos les daba pena, me incluyo, no me importa tanto cuando se trata de cantar al azar, pero he de confesar que otra cosa hubiera sido el cantar frente a una audiencia. La verdad es que en cierta forma terminamos haciéndolo, en un concurso totalmente nuevo para mí, la forma de ganar era intimidando lo suficiente a nuestro oponente como para que se trabara, callara o bien, se rindiera. Estuvimos muy cerca de ganar, la competencia, en la que estuvo mi equipo, fue un poco larga, pero al final perdimos. Sin embargo nos quedó el recuerdo del concurso y de nuestra porra, que cantaba al ritmo de “We Will Rock You”.

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