martes, 31 de marzo de 2009

OTELO

REPORTE DE TEATRO
OTELO

ARGUMENTO DEL EVENTO.- Otelo es un moro que se enamora de Desdémona y consigue que ella se enamore de él. Ya casados parten hacia Chipre en una expedición contra los turcos. Yago, el alférez de Otelo, lleno de celos por no haber sido nombrado lugarteniente crea una historia llena de enredos y mentiras que culpan a Desdémona, siempre fiel, de haber tenido encuentros amorosos con Casio, lo que invade de celos a Otelo y lo lleva a cometer actos de los que más adelante se arrepentiría.

ANÁLISIS DEL EVENTO.- El argumento del evento es una traducción de la obra de William Shakespeare perfectamente lograda, donde no sólo se traduce al español sino también se adapta un poco a lo contemporáneo al utilizar un lenguaje muy fácil de digerir. La historia, a pesar de lo popular, es nueva para mí, no había llegado a conocerla completamente, por lo tanto puedo opinar que me parece un relato trágico, que refleja lo mucho que nos dejamos llevar por seres que consideramos de confianza y cómo nos equivocamos al escoger en quién confiamos. A diferencia de la obra anterior, ésta permite entender fácilmente el tiempo, los espacios, los papeles y las acciones, pues sigue una línea de tiempo y los personajes son muy explícitos tanto con sus acciones como con sus intenciones.

El vestuario es de llamar la atención, el equipo no tuvo límite con los detalles, desde los guardias hasta el moro la vestimenta está perfectamente bien adecuada a la época y a la personalidad del personaje. Me hubiera gustado ver un poco más de cambios, pues prácticamente no los hubo. Los colores de las prendas eran predominantes de acuerdo a cada personaje, dándole así un tono a la personalidad de éste, además de marcar también su puesto en la jerarquía social con la extravagancia del atuendo.

La escenografía me pareció una genialidad, sencilla como pocas. Consistía en un sistema de puertas que delimitaban o abrían los espacios, marcando o quitando paredes y columnas. No se trataba de nada específico, excepto en algunas escenas, era más bien una propuesta que el espectador debía interpretar, llenar los espacios de indeterminación que contaban con soportes de iluminación. Música y sobre todo la presencia o ausencia de los personajes (por ejemplo la corte del Rey).

La iluminación era más bien discreta, en muy pocas escenas cambiaba de la función básica de ambientar el escenario e iluminar al actor en escena. Sin embargo es importante retomar el aspecto de que ésta jugo un papel muy importante a la hora de determinar los escenarios, pues cuando se trataba de un espacio amplio o exterior la luz era más cálida, contrario de cuando se trataba de un cuarto cerrado o un lugar para hablar en confidencia con alguien más donde la luz era mucho más discreta, no tan intensa.

Los actores cumplieron perfectamente su trabajo, sobre todo Yago, se convierte ante los ojos del público en una persona nefasta que uno desearía que no le salieran tan bien sus planes, y el moro, quien esperas abra los ojos y se de cuenta de que todo se trata de un engaño. Realmente todos lograron adoptar perfectamente su papel, y transmitirlo al público, sin embargo hubo ocasiones en que no se entendía claramente lo que se decía, entiendo que el teatro es grande, pero creo que eso es algo que deben de tomar en cuenta a la hora de hablar, pues no se trataba de una cuestión de qué tanto llegaba el sonido, sino de locución y dicción.

La música juega un papel discreto en la obra, pues no es determinante en ningún caso, sin embargo funciona como intermedio en varios cambios de escena. Ésta es de acuerdo a la época en que se sitúa la obra.

La dirección escenográfica me parece digna de aplauso, una idea perfectamente bien lograda que hace al público una audiencia activa, logrando involucrar al espectador aún más con el desarrollo de la obra. Creo que el trabajo de la directora en general rindió un buen fruto, dando como resultado una producción que hoy tiene una alta demanda entre el público, esperemos que sea más por la calidad de la obra que por los actores o por ser de Shakespeare.

OPINIÓN PERSONAL.- En mi opinión es una obra bien lograda, en todos los aspectos. Lo que más me llama la atención fue el manejo de los espacios y lo sencillo de la escenografía, lo cual a su vez permite al público darle sus propias definiciones, acercándolo más a la obra. Lamentablemente el día que fui al teatro Ana de la Reguera no se presentó, sin embargo creo que el papel que hizo la suplente fue excelente, cumplió con todas las expectativas y más. El único inconveniente es que al ser un teatro tan grande a la gente le resulta fácil distraerse y con ello distraer a los demás, o ponerse a platicar creyendo que no interfiere con el desarrollo de la obra, además de que hacía mucho calor, lo cual hace que la experiencia sea un poco incómoda, sin embargo eso no desmerita el trabajo excelente del equipo que participó en la obra.

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