jueves, 29 de enero de 2009

Bitácora 1: Gabriela Salgado

16/01/09
Hoy tuvimos una clase peculiar, me imaginaba que sería aprendernos posiciones en el escenario y como moverse dentro de él. Pero lo que realmente hicimos fue sorprendente, comenzamos calentando como cualquier clase de educación física. Después probamos las diferentes velocidades al caminar, esto me pareció divertido ya que nunca había puesto atención a la velocidad que camino. En el ejercicio buscábamos caminar todos al mismo tiempo, es decir, marcar los pasos igual que los demás. Esto lo logramos después de media hora de clase. Luego seguimos con lo mismo, pero ahora cada quien caminaba como quisiera; incluso de lado, saltando, despacio, rápido, pero marcando el paso igual que los demás.
En seguida en equipos de tres y uno de cuatro se nos dio la tarea de representar un objeto de cocina con nuestro cuerpo. En mi equipo estaban Mariana y Andrea, entre ellas y yo decidimos representar unas pinzas. Este objeto debía de tener sonido y movimiento, Mariana y yo hicimos el movimiento con nuestras piernas. Nuestros compañeros no lograron adivinar de inmediato el objeto, pero cuando se dieron cuenta de lo que era les dio risa. En este ejercicio los demás equipos presentaron una licuadora, un reloj, de los que recuerdo.
Nuestra siguiente tarea fue representar un objeto que se encuentre en una recámara, al igual que el objeto pasado debía de tener movimiento y sonido. Esta vez hicimos una lámpara, dos nos arrodillamos para que la otra pasara por encima, poniendo un brazo colgando: representando el hilo de donde se prende la lámpara. De este ejercicio sólo me acuerdo que presentaron una secadora.
El último ejercicio grupal consistió en hacer un objeto entendible, pero a la vez difícil de adivinar. En este ejercicio nos tardamos mucho pensando, no sabíamos ni que queríamos, pero al final nos decidimos por una aspiradora. No fue muy entendible al principio y creó un poco de confusión, sin embargo al final la expresión unánime fue: ¡ah! Claro. Este fue el ejercicio que me pareció más divertido; un equipo presentó una jeringa, un encendedor y un aparato con el que se toma la presión.
El siguiente ejercicio fue de manera personal, que igual consistía en representar cualquier objeto con sonido y movimiento con mi cuerpo. A todos nos tomo buen tiempo pensar que sería, caminamos por el salón para abrir la mente. La primer en pasar fue Malú que representó un compás, luego seguí yo y lo que hice fue un celular marcando, la siguiente fue Andrea, que al igual que yo hizo un celular pero vibrando. No recuerdo quien siguió después, sin embargo recuerdo algunos de los objetos representados como un escusado, un cañón, un microondas, una bailarina de las que tienen música y no recuerdo más.
El último ejercicio del día fue de nuevo en equipos, con personas diferentes y de más integrantes. Este consistía en representar una máquina innovadora, que ya se nos había pedido antes explicada y dibujada, fue divertido porque cada quien tenía un papel dentro la máquina. En mi equipo estaban Carla, Carlos, Malú y Betty. La primera máquina que representamos fue, originalmente, un artefacto que hacía a la mujer perfecta, con las medidas perfectas. Sin embargo, no esperábamos a Carlos, así que decidimos convertirlo en mujer. El siguiente invito que presentamos fue una máquina que destilaba el agua de mar, la hacía agua dulce. No se entendió muy bien, por lo que se nos dio la tarea de mejorarlo para la siguiente clase. Los otros equipos, de lo que recuerdo, presentaron una máquina que sabe lo que quieres comer y un globo o una cosa que vuela.
Estos ejercicios me han gustado muchísimo porque es una forma diferente de integrarse al grupo y nunca había pensado cuántas cosas puedo hacer con mi cuerpo, incluso objetos. Me pareció raro, pero me di cuenta que como humanos tenemos mil y un usos.

21/01/09
Esta clase transcurrió como la primera, el calentamiento, caminamos tratando de seguirnos los pasos, para ir al unísono. Al terminar el ejercicio de caminar formamos un medio círculo. En este ejercicio cada quien tenía un número, a mí me tocó el siete. Cada quien decía su nombre y el número con un espacio casi imperceptible, que provocaba un ritmo constante. En total éramos catorce los que pronunciábamos el nombre y el número, una vez al dominar este ejercicio proseguimos a caminar, pero con la peculiaridad de nombrar nuestros nombres y los números.
Debíamos de pronunciar los nombres y números tres veces sin equivocación, lo cual nos costó mucho trabajo. Cada que había un error debíamos repetir, hubo un momento en que estábamos inquietos, ya que no lográbamos completar ni una vuelta. El tiempo pasó y cuando menos nos dimos cuenta lo hicimos bien. Al menos yo no sentí el tiempo, no me di cuenta de cuántas vueltas llevábamos, sin embargo lo hicimos bien.
El siguiente ejercicio consistió en hacer fotos, es decir, alguien pasaba y se ponía en la posición que quisiera y otra persona completaba la imagen, y el primero que se había puesto se quitaba para que otra persona pasara a completar la imagen. Conforme fue pasando el ejercicio se me fue quitando la pena, hubo un momento en que no pensaba como me veía, sino que simplemente me ponía para completar la imagen.
Ya casi para finalizar la clase Claudia nos dio un acertijo, tratamos de resolverlo. La condición era hacer preguntas en grupo y juntar cinco para poder preguntar, si no se completaban no sería respondida ninguna. Fuimos reuniendo pistas hasta casi llegar a la respuesta, sin embargo no pudimos descifrarlo. La tarea para la siguiente clase fue llevar tres preguntas para continuar averiguando el misterio.
23/01/09

Esta clase comenzó como las demás, calentamiento, caminar y relajarnos un poco. De nuevo cambiamos la forma de hacer el ejercicio de caminar, ahora con colores caminábamos, nos deteníamos o saltábamos. Los colores que recuerdo fueron blanco, amarillo y rojo. Hicimos dos ejercicios cambiando el significado de los colores. Además teníamos que tocar cabezas sin dejar que otros nos tocaran la nuestra. Fue divertido ya que todos estábamos en el mismo ritmo y realmente formamos un grupo. Ya que logramos el objetivo del ejercicio proseguimos con otro, que fue parecido al de la clase pasada.
Este consistía en hacer fotos, pero contando una historia. Necesitábamos un narrador y los actores, que representaran la escena. Era obligatorio cumplir con diez posiciones, la historia que más recuerdo fue la de la abuela que le baja el novio a la nieta y la que hice yo con mi equipo, fue una especie de moraleja donde no siempre usar el cinturón de seguridad salva la vida.
A lo que proseguimos fue a la tarea: las tres preguntas. Aún seguíamos sin poder descifrar el acertijo, se nos dio la oportunidad para volver a preguntar en grupo, lo cual no hicimos, preguntamos de manera individual, desobedeciendo la instrucción. Después de muchos razonamientos llegamos a la respuesta, que pareció más que lógica, absurda.

No hay comentarios:

ESCÉNICO  © Blogger template por Emporium Digital 2008

Voltar para o TOPO