miércoles, 1 de abril de 2009

La Vida Muda.. Malú


La obra empieza en la antesala del teatro “En la casa de la Paz”, con una voz en off producida por Eugenio Derbez que poco a poco va silenciando las conversaciones de los espectadores con el aviso de que Ciriaco se siente momentáneamente indispuesto para ser visto.

Con el fin de hacer tiempo para su recuperación se nos narra algo de su vida. Poco después se nos invita a pasar a la sala y presenciar el prólogo, que en esta ocasión me pareció demasiado largo.

Los hallazgos diluidos con insustanciales lugares comunes, chistes y repeticiones, me hicieron pasar un buen rato. En lo personal hubo una parte que me pareció innecesaria, fue cuando el actor simula el ahogo de la muerte al personaje que evoca, el luchador que al parecer era su padre. Duro aproximadamente cinco minutos, y se convirtió en una insoportable eternidad, invadió la sala con aquel resoplido angustioso.

Al abrirse el telón y comenzar el juego interdisciplinario de sonido, música, una parte hecha por el mismo actor al cantar con el eco del instrumento que traía, la iluminación fue buena, aunque me hubiera gustado que en algunas partes se hubiera iluminado mas, la escenografía fue pobre ya que solo contaba con los materiales que ocupo a lo largo del monologo y por lo tanto eran pocos, los efectos especiales me gustaron, cuando simularon el agua así mismo los video que fueron proyectados, el vestuario fue sencillo ya que solo uso un pantalón, una camisa, sombrero y zapatos pero creo que el personaje no requería de mas ropa.

La obra me despertó una cadena de reflexiones sobre la potencia de ritmos, colores sonoros, tonos mezclados para expresar la complejidad de la vida, opuestos estados de ánimo, placeres, miedos y fracasos fue un experimento de sentimientos encontrados.

La parte que despertó mi interés fue el contraste del paso de la fuerza a la debilidad en la representación del personaje en su vejez y aquellos momentos de sus éxitos y juventud, por la habilidad del actor para transformarse. Al ver eso reflexioné de cuánto necesitamos compartir nuestras historias, evocar nuestros muertos con el propósito de comprender, a través de la mirada de otros. Cuando los otros se van de manera definitiva, nos quedan un montón de sensaciones, imágenes, sentimientos que pasamos el resto de la vida interpretando y reinterpretando. Al concluir la función me di cuenta de que le faltó rigor y decisión a la hora de estructúralo, decidir qué incluir y qué dejar fuera. En lo personal no me gusto mucho ya que hubo cosas en las cuales no entendí y eso hacia pesada la obra.

No hay comentarios:

ESCÉNICO  © Blogger template por Emporium Digital 2008

Voltar para o TOPO